Obligados por la necesidad

Teo debe jugar: hay un plantel corto sin 9 sustituto. Pero su inconducta ya no debe tolerarse más.
Racing está atado a la necesidad: el partido con Boca definirá buena parte del Apertura, por eso la presencia de Teo Gutiérrez es indispensable. Yo lo resumo como una contradicción: lamentablemente lo necesitamos. La urgencia se refuerza con otra certeza: el plantel resulta corto, sobre todo en ofensiva. Si Bieler se hubiese quedado, en estas circunstancias habría apostado por él aun sabiendo que está en un nivel inferior al de Teo. El suplente del colombiano es el chico Viola, un juvenil que ha mostrado algunas condiciones pero al que ahora no se le puede dar la responsabilidad de convertirse en la referencia de ataque de Racing en la Bombonera. Teo ha demostrado que en una ráfaga puede definir un partido. Y el de esta fecha encuentra a Racing con la obligación del triunfo: un empate pondrá a Boca en las vísperas del título. Uno, como hincha y hasta como espectador imparcial del fútbol, le reconoce méritos a Gutiérrez. Eso, sin embargo, no debe llevar a consentir su repetida inconducta. En un fútbol profesional en extremo, me cansa esta dualidad en la cual los jugadores exigen cumplimiento estricto a los clubes, pero sin contraprestación. Es inadmisible que un futbolista al que Racing le paga un contrato top demore en retornar de su selección con excusas insólitas, que otro se haga amonestar de manera tonta, que la individualidad esté por encima del conjunto... A Teo le daría una lección y le recomendaría que cambie: así, en Europa, dura apenas un par de meses.