No levanta cabeza

Racing perdió 1-0 ante River en Avellaneda. A los 33’ del PT Pavone transformó en gol el penal que le convirtió Cahais a Lamela. En el minuto de descuento del PT se fue expulsado Díaz, pero Racing no pudo aprovechar el haber jugado con un hombre de más durante todo el segundo tiempo. Si bien el partido fue malo Racing tuvo algunas chances que no pudo concretar por el excelente trabajo de Juan Pablo Carrizo.



Otra vez la misma postal: un rival que con muy poco festeja, un arquero ajeno que es figura y un Racing que paga muy caro su falta de precisión y errores infantiles. Esta vez, fueron 12 pasos los que empujaron a LA Academia a nueva derrota y lo sumieron en otra racha negativa. Esos mismos doce pasos que recorrió Mariano Pavone para convertir el penal con el que River venció a la Academia en Avellaneda.
A Racing le costó acomodarse y hacerse dueño de la pelota. En el arranque, River tuvo mejor dominio del balón pero no le sobraba profundidad. A los 9, Teo remató cruzado y se fue muy cerca. El partido comenzó a hacerse de ida y vuelta. A los 14, Teo pifió increíblemente la pelota en el área y de frente al arco. Y un instante después, Fernández le tapó el gol a Pavone. A medida que fueron corriendo los minutos, el Millonario empezó a utilizar las faltas para cortar los avances del local. A los 15, Hauche mandó un centro y Teo no pudo definir a pesar de que a Carrizo se le escapó la pelota.
Racing crecía a través de los avances de Pillud, y sobre todo de Hauche, que le ganó el duelo a Díaz. Además, La Academia presionaba en la salida. Pero, aunque River no gravitaba demasiado, el local sufría en la última línea por sus propias desatenciones.
A los 23, Fernández atrapó la pelota tras un disparo de Ferrari. Y cinco minutos después, hubo un cabezazo en soledad de Funes Mori que se fue desviado. Seguido a ello, el delantero se lo volvió a perder: en un mano a mano, su remate se fue besando el palo.
Al equipo de Russo le costaba salir del fondo y tenía en Hauche a su jugador más desequilibrante, pero no lo aprovechaba.
Y, los 32, sobrevino la jugada que abrió el marcador: Lamela pasó entre varios, se metió en el área, Cahais lo tocó y el árbitro marcó penal para River. Y, sin problemas, Pavone lo cambió por gol. La rápida respuesta de La Academia por poco no terminó en gol: Teo tuvo un mano a mano y tapó Carrizo. Hasta el final del primer tiempo, Racing se fue con todo al ataque. A los 36, se lo perdió Hauche. Y cuando se cumplía el primer minuto recuperado, fue expulsado Díaz.
En el complemento, Russo mandó a la cancha a Bruno Zuculini por Poclaba. La Academia pareció arrancar más concentrado. Cuando se cumplía el primer minuto, hubo un gol de Teófilo, tras pase de Licht, anulado por fuera de juego. A los 5,  el delantero se resbaló en el área antes de poder definir. No sería una buena tarde para el colombiano, para alegría de aquellos que lo defenestraron durante toda la semana.
Racing tenía el control del balón, tocaba pero no tenía precisión en los últimos metros. El equipo avanzaba bien por las bandas pero se embarullaba cuando intentaba por el medio, superpoblado por jugadores de River.
A los 16, hubo un remate de Hauche que se fue por arriba. Y, en un intento de generar más fútbol, Luis Fariña ingresó por Pillud.
A los 27, hubo un disparo de Lugüercio que tapó Carrizo. A los 31, hubo un remate de Teo que tapó abajo Carrizo. A pesar de su desorden a la hora de atacar, Racing volvió convertir al arquero rival en figura.
El equipo de Russo no supo aprovechar ni siquiera las acciones de pelota parada, generadas por las continuas faltas realizadas por el visitante. A los 35, hubo otro disparo de Gutiérrez que fue a parar a las manos del arquero. Toranzo no soltaba la pelota y el equipo se equivocaba al depender de individualidades. A los 38, hubo un remate desde lejos de Fariña que se fue cerca. En el banco del visitante, los jugadores pedían la hora. Racing continuó en la búsqueda del empate. A los 40, hubo un cabezazo de Teo que, de casualidad, atrapó Carrizo. Así, ya no hubo tiempo para conseguir un empate que, a pesar de los errores, el local mereció. Otra vez cayó derrotado ante un rival limitado y se hundió otra vez en una seguidilla de derrotas. Habrá que ver cómo se las ingenia Russo para reacomodar las piezas y salir a flote. Menos mal que  había quienes sostenían que el campeonato estaba arreglado para Racing por llamarse Néstor Kirchner. Menos mal.