martes, 9 de agosto de 2011

Cholo un punto


Racing dominaba a Tigre en Victoria y se puso en ventaja de la mano de Teo Gutiérrez. Pero se resguardó en el segundo tiempo y Leone lo terminó empatando. Una parda con gusto a poco.
Los papeles, por subsistencia de su base y criterioso refuerzo de sus puntos frágiles en el torneo pasado, ponían sobre los hombros de Racing, más que nunca, el rápido encargo de demostrar que esta vez sí puede pasar el examen de candidato. Y por Victoria pudo percibirse, por momentos, que ya no era ese equipo inocentón en defensa. Que no iba a resignar ser férreo y bien cerradito, por hacer mero culto al jogo bonito. Que si Lugüercio y Hauche, en un principio designados como delanteros en el esquema, tenían que teñir de verde o marrón su camiseta para sumar piernas a la línea de volantes, no iba a haber ningún problema.
Un cambio de ritmo del reciente Castro, más una buena definición del siempre bien ubicado Teo Gutiérrez, le daban a la Academia de Simeone, una versión más cautelosa que la de Russo, esos tres puntos confianzudos para poner primera. Racing, tempranito nomás, se sentía aprobado. Enseñaba que cuando no se la tiene, hay que agruparse y presionar; y cuando sí, asociarse en velocidad para acertar un contragolpe al mentón. Para su ayuda, Tigre, con apenas un tiro de Pio y otro de Castaño, daba pocas muestras de ser un rival incómodo para los tres palos de Saja.
Sin embargo, una de los mejores atributos de este nuevo Racing (resguardar el resultado), fue el que terminó condenándolo a un empate poco ceremonioso. En su afán por proteger el 1-0, por no parecerse a una remake de la del Clausura, terminó viéndose parado de mitad de cancha hacia atrás. Pelletieri insertado entre Martínez y Sainz, ya no en el círculo central. Toranzo, cansado, con poca soltura. Y Lluy (atenti: ingresó por Lugüercio) más preocupado por Carrasco que por abastecer. ¿La idea inicial? Contraatacar. ¿Lo plasmado? Un intento de bajar el telón.
La resolución de la historia, después de que a Luna se le anulará bien un gol por offside (Cahais cabeceó hacia atrás, pero tan incómodo que no puede ser considerado un pase), fue un empate merecido para el equipo de Arruabarrena. Carrasco desbordó, Leone la empujó y Cholo un punto para Racing que, cuando lo tenía controlado, volvió a caer en un karma del que ya conoce bastante.

0 comentarios:

Publicar un comentario