“De a poco lo voy encontrando...”

Basile está contento porque, tras dos goleadas, siente que va moldeando el 11 de memoria que ambiciona.
El motor empezó a responder. Desterró algunos de los ruidos más molestos e impulsa al vehículo con otro andar, con otra firmeza. Los seis goles que Racing convirtió en dos partidos certifican que el equipo creció ofensivamente, después de un comienzo en el torneo plagado de preocupaciones. En la búsqueda de la alineación ideal, Alfio Basile cambió de esquemas y de nombres aun con el riesgo de que, al mismo tiempo, tantas variantes atentaran contra la consolidación de una identidad. La Academia respiró aire puro, se levantó de su letargo y hoy se sitúa a seis unidades de Tigre, el puntero del Clausura. Es decir, la cumbre que hasta hace unas semanas parecía casi inalcanzable, hoy la puede visualizar.
“De a poco voy encontrando el equipo”, deslizó el Coco, con un buen porcentaje de tranquilidad. Más allá de algunas grietas defensivas que todavía quedan por resolver, siete unidades cosechadas de nueve en juego son la muestra inequívoca de que Racing dejó la banquina. Y con una pieza que se acomodó en otros sector: Teófilo Gutiérrez, como armador, está brindando un rédito notable, al punto tal que Gio Moreno podría ir al banco, ante Unión, una vez repuesto de un esguince en el tobillo izquierdo. “Teo es un gran jugador tanto adentro como afuera del área. Nos asociamos bien”, manifestó Patricio Toranzo, quien ingresó en la etapa final por Zuculini.
“Este triunfo sirve para levantar la confianza, jugamos un gran segundo tiempo. Siempre suma convertir, pero lo más importante es que Racing gane”, subrayó Gabriel Hauche, autor del tercer gol. Otra tripleta, sí, como ante All Boys. Y con el arco propio en cero por tercer partido al hilo, sustentado en la seguridad que Saja transmite cada vez que le toca intervenir. Racing comenzó a abrir las alas. Bienvenido.