viernes, 20 de abril de 2012

El grito del arrepentido

El 10 tuvo un aceptable nivel. Un gol y dos intentos.

Moreno volvió al gol después de 11 partidos y les pidió perdón a los hinchas por el 1-4 del clásico.
El ojo derecho morado, rastro del accidentado vestuario post clásico, era sólo el recordatorio de que Giovanni Moreno se debía algo. A él mismo y a los hinchas. El 10, de bajísimo nivel en el derby y también en lo que va del campeonato, ayer logró una bocanada de aire fresco en el debut de Luis Zubeldía. Mucho más práctico que de costumbre, y también algo más adelantado, el colombiano terminó la victoria por Copa Argentina con un aprobado.
Más allá del gol de penal (muy bien ejecutado), lo rescatable es que no abusó de los lujos ni de la tenencia de balón. Recostado sobre la banda derecha, donde supo rendir en la etapa de Miguel Russo, el volante se encargó más de la definición que de la gestación. Además del grito luego de 11 partidos virgen (el último fue un 2-3 contra Belgrano en el torneo pasado), Gio tuvo dos jugadas de gol claritas. La primera fue un cabezazo dentro del área que le tapó bien el arquero y la segunda un tiro a colocar desde afuera del área que rozó el ángulo izquierdo antes de irse afuera.
Dolido aún para la derrota contra Independiente, Moreno terminó el partido con el ánimo de encontrar una reconciliación con la gente. Apenas hizo el gol, el 10 se acercó al alambrado, juntó las palmas y les pidió a sus hinchas, que de todas maneras hicieron caso omiso al gesto público. Ahora, en el Cilindro, el clima seguirá caliente.

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